Un Clásico que Detiene el Mundo 

Por Carles GARCIA DURAN

Editado por Emma ESCOBAR DELGADO

El conjunto catalán viajó hasta Madrid para disputar el evento español más seguido en el mundo. 

Emma ESCOBAR DELGADO

El encuentro entre el Madrid- Barca, conocido como “El Clásico”, representa una de las mayores rivalidades en la historia del deporte. Estos enfrentamientos no son vistos por sus jugadores como un simple partido. En realidad, destacan lo que es un conflicto cultural, político y social en España. 

Siendo el evento español más visto anualmente en el mundo con 650 millones de espectadores, este encuentro ha conseguido cambiar la manera de ver el fútbol tanto a nivel nacional o como mundial. 

Esta rivalidad comenzó desde la creación de los dos equipos, a principios del siglo XX. A pesar de ser fundado por un empresario suizo, el Barça siempre fue visto como un símbolo de catalanidad y confrontación al gobierno español. Durante el franquismo, muchos catalanes cantaban “Visca el Barça”, cuando, en el fondo, querían decir el lema prohibido de “Visca Catalunya”. Por otro lado, el Madrid siempre ha sido asociado con ser el club representante del estado y del gobierno, y ha ejercido su superioridad frente a sus rivales.  Aunque no hubo certeza exacta del equipo al que Franco apoyaba, muchos aficionados barcelonistas siempre afirmaron que el régimen favorecía al Madrid. 

Las connotaciones políticas entre ambos clubes han disminuido estos últimos años, gracias a las aficiones globales y las buenas relaciones que se han establecido entre ambas directivas. Un ejemplo de conflicto fue el fichaje truncado de Alfredo di Stéfano por el Barça. El Real Madrid pasaba por un mal momento y su mayor rival se fijó en un virtuoso delantero procedente de River Plate. Di Stéfano había acordado todas las condiciones y dado su palabra al equipo catalán. No obstante, Franco se enteró de esta noticia y, respaldado por la federación española, consiguió hacer cambiar la decisión del fichaje de Di Stéfano. Con el fichaje del delantero, el Madrid inició una era dorada, en la que consiguió ganar cinco Copas de Europa. Este episodio se sigue recordando con odio y rabia por la parroquia barcelonesa.  

La enemistad entre ambos clubes también se refleja en el estilo de juego y en sus distintas filosofías deportivas. Los culés son reconocidos por el “Tiki-taka”, el control del balón y de la posesión. Esta táctica empezó a utilizarse con Johan Cruyff y, posteriormente, fue perfeccionada por Pep Guardiola, dos grandes técnicos que lograron sacar el mejor rendimiento del Barça, en especial este último. Además de basar su juego en la posesión y en la formación de 4-3-3, la filosofía del club también ha sido utilizar la cantera para formar a los mejores jugadores del mundo. Es el caso de Busquets, Messi, Iniesta o Xavi, entre otros.  

En cambio, el Real Madrid ha basado su filosofía en la contratación de grandes estrellas. Han utilizado su cantera para vender al máximo de futbolistas y sacar el máximo de dinero posible para, posteriormente, invertirlo en jugadores mundialmente conocidos. Un claro ejemplo de esta mentalidad fue la era de los Galácticos, cuando coincidieron a la vez grandes estrellas como Figo, Ronaldo Nazario, Beckham… Además, el Madrid suele utilizar una idea de juego mucho más directa y vertical, confiando en el talento individual del equipo e intentando ser el equipo más fuerte físicamente. 

A lo largo de los años, el Clásico ha conseguido dejar de ser un evento de interés nacional para pasar a ser un fenómeno global. Ambos equipos han logrado tener millones de aficionados en todos los continentes del mundo. En Asia, América o África, es fácil encontrar por la calle a miles de personas con una camiseta de  alguno de estos dos clubes. 

Y, por último, estos partidos, nos han dejado momentos memorables, como el 5-0 del Barca al Madrid en el año 2010, que aumentó la rivalidad de los dos clubes. Otro de ellos, ha sido el reciente 0-4 de este año del Barça al Madrid donde el conjunto blaugrana superó ampliamente al equipo madrileño. Además, el equipo catalán fue claramente superior y fue capaz de superar un récord que no se veía desde la década de los 2000, ya que el Barcelona alineó a siete jugadores formados en su cantera. 

En conclusión, la rivalidad de los dos clubes está presente en todo el mundo. En Luxemburgo, hay una peña del Madrid y otra del Barça, y esta confrontación se nota cada año en los bares, donde se reúnen aficionados de los dos equipos para disfrutar, juntos, del Clásico. 

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